martes, 17 de julio de 2012

Ius, Iuris.

  Esta mañana me ha costado levantarme, y no lo habría hecho tan temprano de no ser por la entrega  de la  matrícula. Anoche publicaban la admisión en los distintos centros universitarios, tras una preinscripción que se solicita un par de semanas antes. Mis contínuos despistes me llevaron a la más absoluta desesperación, en vanos intentos para acceder a la página. Sentía un odio tremendo sin saber a qué y por fin, me di cuenta de mi estúpido error, y de verdad que lo era. Maldita letra del DNI: en mayúscula había que escribirla. Finalmente: admitida en la Facultad de Derecho.

  Mi madre siempre me pregunta por qué quiero cursar esa carrera y nunca estoy muy predispuesta a darle una respuesta. Tras reflexionar, informarme y la sabiduría que otorga el paso del tiempo, aquí dejo un texto que encontré durante estos días con el que no podía sintetizar mejor mis ideas.

"La carrera de Derecho es una de las tradicionales en el panorama universitario, cuya antigüedad cuenta con varios siglos, estando presentes en las Universidades desde la creación de aquéllas. 

  El Derecho desempeña  un papel fundamental para asegurar los derechos de las personas y la resolución pacifica de las controversias en una sociedad. Los estudios de Derecho tienen, asimismo, la finalidad de inculcar los principios democráticos mas básicos y los derechos fundamentales, que solo recibirán eficacia general si aquellos que lo aplican al tratamiento y resolución de los asuntos que constituyen el objeto de su profesión.

  El Grado de Derecho se caracterizará por su valor capacitador para el desempeño de profesiones en un campo muy extenso de actividades, muchas de las cuales cuentan con un gran relieve y reconocimiento social. Tales profesiones, además, tienen relación con, prácticamente, todos los ámbitos de la vida social, desde las relaciones privadas, hasta la organización de la función publica y el ámbito de la Administración de la Justicia, pasando por las relaciones de trabajo o las relaciones entre la Administración de los ciudadanos."

  Me da miedo empezar algo nuevo, tener que conocer a nuevas personas, pero supongo que ese es el precio del aprendizaje. Estoy orgullosa de mis resultados y es de tal agrado este sentimiento, que seguiré esforzándome para que permanezca en mi. Os deseo toda la suerte del mundo en vuestra nueva etapa.



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